domingo, septiembre 04, 2005

Qué fiesta tan divertida

Y qué libro más bueno. No digo nada nuevo si suelto: "Oye, qué bueno es El Regreso del Señor de la Noche, eh?" Pero se me apetece decirlo, fíjate tú. Y es que entre examen y examen sigo leyendo tonterías y haciendo el chorra por la calle, y esta tarde me he releído el susodicho.
Llevo cerca de un año culturizándome a saco con lecturas diversas, y aquí el amigo Bats me gusta hoy tanto como el primer día. Que son dos cosas que no tienen nada que ver, pero así es la vida. Recuerdo cuando me compré el timito, perdón, tomito. Que Planeta creo que aun no lo ha editado. Peró me lo bebí como... elijan su bebida o persona favorita. Pues así. Y es que Bruce me recuerda mucho a mí mismo, ligeramente más de lo que me recuerda un huevo a una castaña. Ambos tenemos una doble personalidad que nos asalta en los momentos más oscuros, ambos hemos luchado contra ella y ambos pensamos que la habíamos desterrado. Pero siempre vuelve, a pedir más.
Cuando (mis lectores más jóvenes no se acordarán) desvariaba a diario sobre el Yo, el Superyo y el Ello que había descubierto pululando en mi interior, supuse de manera inocente que si me dejaba arrastrar por alguno de mis extremos acabaría en la ruina, ya fuese económica, social o moral. Y nombré a ambos Damien, mis impulsos primarios, y Bragui, mis tendencias sociales. Bragui, por si alguien se lo pregunta, es el dios nórdico de la poesía. De nada. Y claro, cada vez que pensaba en algo retorcido que hacerle a alguien le echaba la culpa a Damien. Y cada vez que se me ocurría algo bonito que decir o que hacer, pues evidentemente decía que era cosa de Bragui. Pero últimamente (de un par de años hasta ahora o por ahí) he notado que el griterío que se organizaba en mi psique cuando los pequeños discutían se ha apagado. Y yo me pregunto: ¿Acaso se ha llegado a una especie de acuerdo entre las partes? ¿Cómo sería este, lunes miércoles y viernes para Damien y martes jueves y sábados para Bragui? ¿Y qué pasaría con los domingos, no tengo personalidad? ¿O es más bien que el tercero en discordia, Javi, ha diluído a los otros dos en su ser? Eso sería plausible, puesto que (creo) sigo pensando y actuando igual, solo que hago cada cosa en su momento y me guardo lo que pienso para mí. Oh, se me ocurre otra opción: ¿puede uno de mis avatares haber MATADO a los otros? ¿Puede darse tal caso? Y, por cierto, mientras escribo esto sigo supervisando mi cuenta en el universo 14 de Ogame. Qué asco de juego, no lo probéis, es mortal de necesidad. Siguiendo con esto, hay una serie de cuestiones que, entre las brumas de los psicotrópicos me acosan. ¿Estoy seguro de haber asignado bien los nombres a mis alter egos? Es decir, ¿no es posible que mi instinto natural sea hacer el bien y ayudar a mi prójimo y que las elaboradas maquinaciones e hijoputeces varias que a veces me asaltan, así como las perversiones, el odio, la agresividad, la lujuria y demás pecados capitales, todo eso puede ser el resíduo que la civilización ha dejado en mi? Me han preguntado alguna vez si confío en el género humano. Yo siempre contesto que sí, que la gente es buena, en general. Yo soy de los que creen que hay vida después de la muerte pese a no creer en un Dios, yo CREO en la Humanidad. Somos una raza que pervivirá. Si tenemos la más mínima oportunidad, la ciencia y el progreso nos salvarán. Perduraremos hasta después de que se acabe el Universo.
Como decía, qué libro tan bueno es el de Miller. Quién se apunta a una fiesta?