lunes, mayo 15, 2006

El calor de las llamas que arden en mí

Hola y bienvenidos al maravilloso mundo de los ojos brillantes, donde al andar pareces flotar. Por favor, se lo ruego y gracias de antemano por leer mis insulsos comentarios con los que trato vanamente de escapar de la miseria del ser humano.
Basura, ¿verdad? Eso mismo me preguntaba yo el otro día, haciendo recuento de la cantidad de tiempo que se pierde a lo largo del día (unos más que otros, ¿no es cierto?) en frases vacías de contenido que se podrían obviar con no demasiada dificultad. Si yo le digo a uno de ustedes: "traeme eso" o "traeme eso, por favor" o "¿me harías el favor de traerme eso?" dejando a un lado la idoneidad de usar una palabra como "eso", ¿cuál de ellas piensan que es una manera más eficiente de comunicar la idea "necesito que me traigas eso"?
El hecho de que el lenguaje esté hecho para comunicar información no parece importarle a la sociedad. Desde pequeños nos dicen que las cosas se piden por favor y que al recibir un favor (redundancia, redundancia, mantienes el mundo en pie) o lo que sea se debe contestar con un "gracias". Pero volviendo a la infantil costumbre yo pregunto ¿POR QUÉ, OH DIOS MÍO?
Claro que todo esto me lo preguntaba hace meses, cuando empecé a escribir este post. No tengo ni idea de lo que pretendía con él ni de lo que intentaba expresar, así que cierro con una frasecilla que oí el otro día:
"Hace frío, eh?"